viernes, 29 de agosto de 2008

Biografía de Juana de Ibarbourou



Juana de Ibarbourou (Melo, 8 de marzo de 1892 - Montevideo, 15 de julio de 1979) fue una poetisa uruguaya.
Como indica el Registro Civil, nació en
1892, aunque ella proclamaba haber nacido en 1895. Su nombre era Juana Fernández Morales, pero se hizo conocida como Juana de Ibarbourou, tomando el apellido de su marido, el capitán Lucas de Ibarbourou, con quien se casó a los veinte años. Su padre era español, gallego, nacido en Lourenzá (Lugo) —cuya biblioteca municipal lleva el nombre de la poetisa— y su madre pertenecía a una de las familias españolas más antiguas del Uruguay.
Alcanzó una gran popularidad en el ámbito
hispanohablante por sus primeras colecciones de poemas. Fue elegida miembro de la Academia uruguaya en 1947, y en 1959 le fue concedido el Premio Nacional de Literatura, otorgado ese año por primera vez. Sus obras están marcadas por el modernismo y, temáticamente, exaltan la maternidad, la belleza física y la naturaleza, con cierto lastre retórico.
Sus tres primeros libros, de estilo modernista, fueron el poemario Las lenguas de diamante (1919), la colección de prosa poética El cántaro fresco (1920) y el poemario Raíz salvaje (1922). Tuvieron repercusión internacional y fueron traducidos a varias lenguas.
La originalidad de su estilo consistió en unir el rico cromatismo con imágenes modernistas, dándole un sentido optimista de la vida, con un lenguaje sencillo, sin complejidades conceptuales, que redunda en una expresividad fresca y natural. A partir de entonces, publicó más de treinta libros, la mayoría de los cuales fueron colecciones de poesía, aunque escribió también memorias de su infancia, como Chico Carlo (
1944), y un libro para niños (ver Obras). Su amplia popularidad la hizo merecedora del sobrenombre de Juana de América, con el que se le rindió un homenaje oficial en 1929. Por su parte, ella se declaró “hija de la naturaleza”.

Casa de Juana

La palabra de Juana

En esta grabación van a escuchar la voz de Juana leyendo uno de sus poemas.

http://www.aurora.com.uy/museodelapalabra/audio/audio.asp?id=2079

La Hora

Tómame ahora que aún es temprano
y que llevo dalias nuevas en la mano.
Tómame ahora que aún es sombría
esta taciturna cabellera mía.
Ahora que tengo la carne olorosa
y los ojos limpios y la piel de rosa.
Ahora que calza mi planta ligera
la sandalia viva de la primavera.
Ahora que mis labios repica la risa
como una campana sacudida a prisa.
Después..., ¡ah, yo sé
que ya nada de eso más tarde tendré!
Que entonces inútil será tu deseo,
como ofrenda puesta sobre un mausoleo.
¡Tómame ahora que aún es temprano
y que tengo rica de nardos la mano!
Hoy, y no más tarde. Antes que anochezca
y se vuelva mustia la corola fresca.
Hoy, y no mañana. ¡Oh amante! ¿no ves
que la enredadera crecerá ciprés?