miércoles, 23 de julio de 2008

domingo, 20 de julio de 2008

Contexto literario: Modernismo

Tradicionalmente se ha venido asociando el inicio del movimiento modernista, a la publicación, en 1888, de Azul..., de Rubén Darío, a causa de la innegable repercusión del libro en las literaturas hispánicas. Autores que participaron de una estética semejante y que publicaron en la primera mitad de la década, como los poetas cubanos José Martí y Julián del Casal, los mexicanos Manuel Gutiérrez Nájera y Salvador Díaz Mirón, el guatemalteco Enrique Gómez Carrillo, el peruano Manuel González Prada, el colombiano José Asunción Silva o el español Salvador Rueda, fueron considerados únicamente "precursores" del modernismo. La crítica actual, sin embargo, los considera autores plenamente modernistas.
Raíces del modernismo:

El término modernismo que había designado cierta corriente heterodoxa de renovación religiosa se aplicó en el campo de las artes a unas tendencias europeas y americanas surgidas en los últimos veinte años, del siglo XIX. Sus rasgos más comunes eran un marcado anticonformismo y unos esfuerzos de renovación opuestos a las tendencias vigentes. En su origen el “mote” de modernistas era lanzado con matiz despectivo por los enemigos de las novedades.
Sin embargo hacia 1890 Rubén Darío y otros asumen con un insolente orgullo tal designación(se podría tomar como inicio 1888 con la publicación del libro "Azul" de Rubén Darío). A partir de entonces la palabra Modernismo ira perdiendo su valor peyorativo y se convertirá en un concepto fundamental de nuestra historia literaria.
El concepto Modernismo es un objeto de distintas interpretaciones, dos son sus posturas
La más estricta, considera al Modernismo como un movimiento literario bien definido que se desarrolla entre 1887 y 1915, cuya cima es Rubén Darío.
A lo anterior se oponen quienes piensan que el Modernismo no es solo un movimiento literario sino una época y una actitud.
Intentando conciliar las dos posturas cabría definir el Modernismo literario como un movimiento de ruptura con la estética vigente que se inicia en torno a 1880 y cuyo desarrollo fundamental alcanza hasta la Primera Guerra Mundial. Tal ruptura se enlaza con la amplia crisis espiritual de fin de siglo.
En ciertos aspectos su eco se percibe en movimiento o en corrientes posteriores. En las raíces del Modernismo hay un profundo desacuerdo con la civilización burguesa.
Los autores modernistas manifiestan su disconformidad a través de un aislamiento aristocrático y de un refinamiento estético, ello va acompañado muchas veces por aptitudes inconformistas como la bohemia, el Dandysmo y diversas conductas asociales y amorales.
Para concluir hay que decir que el Modernismo fue un ataque indirecto a la sociedad al presentarse como “una rebeldía de soñadores” o, según la formula de Octavio Paz, “una revelación ambigua”.
Características del modernismo:

1)- Rechazo de la realidad cotidiana. Ante ésta, el escritor tiene dos posibilidades: huida en el tiempo (con lo que canta a épocas pasadas que considera más esplendorosas que la suya) o huida en el espacio (los poemas se desarrollan en lugares exóticos). Los modernistas ante esa desconformidad con su realidad reaccionan con dos actitudes diferentes: El Mundonovismo, como el cubano José Martí,en la cual la actitud es de querer lograr un mundo nuevo, y se refleja en sus obras, utilizando un lenguaje cotidiano, más sencillo sin dejar de ser una obra estética y luego está El Torremarfilismo, es decir aquella actitud modernista que entiende que la poesía es algo inalcanzable y puro, solo accesible para algunos privilegiados, Rubén Darío y Julio Herrera y Reissing partenecen a esta categoría.
2)-Actitud aristocratizante y preciosismo.
3)-El color azul y el cisne se destacan como favoritos de los modernistas. El azul simboliza la libertad y el cisne representa la actitud aristocratizante.
4)-Búsqueda de la perfección formal (de inspiración parnasiana).
5)-Búsqueda de la belleza, que -según los modernistas- se consigue a través de imágenes muy plásticas, de una adjetivación en la que predomina el color y los matices relacionados con los cinco sentidos del cuerpo, de la musicalidad mediante el abuso de la
aliteración y los ritmos muy marcados y la utilización de la sinestesia (influencias del simbolismo).
5)-Muestran tanto una fidelidad a las grandes estrofas clásicas como el gusto por ensayar variaciones sobre estos moldes métricos (vuelven a utilizar versos medievales como el
alejandrino, de catorce sílabas, el dodecasílabo, de doce, y el eneasílabo, de nueve); enriquecen el soneto aportándole nuevas variantes y ensayan nuevos tipos de estrofas y versos.
6)-Los modernistas también utilizan la mitología y el sensualismo.
7)-La gran renovación léxica que persiguieron (uso de
helenismos, cultismos y galicismos) no busca tanto la precisión como el prestigio o la rareza del vocablo.
8)-Los modernistas utilizaban unos símbolos que eran inspirados en la naturaleza, como por ejemplo: los atardeceres, las mariposas, los cisnes, etc.
9)-Son individualistas.
10)-Tenían un gran deseo de innovar y llegar a perfeccionarse como era la literatura europea.
11)-Adaptación de la métrica castellana a la latina.
Temas

1)-Desazón “romántica” → rechazo de una sociedad vulgar, malestar, temas misteriosos, fantásticos; angustia, melancolía.
2)-El “escapismo”: huye a veces del mundo por los caminos del ensueño, evasión
en el tiempo (pasado medieval, renacentista) y en el espacio(exotismo)
3)-El amor: idealización del amor y de la mujer. El tema del amor imposible se presenta sin embargo marcando diferencias frente al ideal romántico. El amor aparece así en una dimensión física y carnal.
En conclusión: la temática modernista revela, por una parte, un anhelo de armonía frente a un mundo que se siente inarmónico: un ansia de plenitud y de perfección; y, por otra parte, una búsqueda de raíces en medio de aquella crisis que produjo un sentimiento de desarraigo en el escritor, quién se presenta a su vez como un guía capaz de mostrarle al hombre común los valores verdaderos.

Biografía de José Martí

José Martí nació el 28 de enero de 1853 en la Habana, Cuba. Sus padres fueron Mariano Martí Navarro, procedente de Valencia y Leonor Pérez Cabrera, canaria, de Santa Cruz de Tenerife.
Fue al colegio de San Anacleto, dirigido por Rafael Sixto Casado y una vez aprendió a leer se cambió a la Escuela Municipal de Varones, donde se encontró con don Rafael María de Mendive, que frente a las restricciones paternas se hizo cargo de la educación de Martí, costeándole los gastos del bachillerato. Mendive, educador y poeta, se convirtió en su segundo padre e imprimió en él una marca para toda su vida.
En 1868, año en que se produce el Grito de Yare, comenzó a colaborar en un periódico con intenciones políticas independentistas, lo que provocó su ingreso en prisión y más tarde su destierro a España, donde continuó sus estudios. Se estableció en Madrid y en 1871 publicó "El presidio político en Cuba", su primera obra en prosa. En 1873 se trasladó a Zaragoza donde estuvo 16 meses y consiguió licenciarse brillantemente en Derecho. En los posteriores cuatro meses se dedicó a terminar su licenciatura en Filosofía y Letras.
Al año siguiente viajó a París, donde conoció a Víctor Hugo y a Augusto Bacquerie. En este viaje terminó desembarcando en Veracruz, Méjico, donde estuvo durante dos años. Este período es trascendental en la vida de José Martí: comenzó a conocer la grandeza del pasado indígena y la del colonial, y contrajo matrimonio con Carmen Zayas Bazán, aunque su verdadero amor fue María García Granada, fuente de inspiración en sus poemas.
Con la paz de Zanjón, en 1878, regresó a la Habana donde tuvo un hijo con Carmen y un año después vuelve a salir deportado hacia España (1879). Allí siente nostalgia de su hijo y publica Ismaelillo y Versos libres.
Al año siguiente (1880) vuelve a América y se establece en Nueva York, desde donde planea y organiza la liberación de su país. Allí su fama crece, Argentina , Uruguay y Paraguay le confían su representación consular en la gran urbe norteamericana; pronuncia discursos, escribe artículos y versos, conspira, lucha , funda la Liga Patriótica y redacta las Bases del Partido Revolucionario Cubano. Por supuesto, su actividad política no impidió que continuara su labor poética: en 1891 escribe Versos Sencillos.
En los años siguientes su vida de conspirador es de una constante agitación y en 1895, cuando los patriotas cubanos se levantan, embarca en Caba Haitiano, después de haber suscrito con Máximo Gómez el Manifiesto de Montecristi. El 19 de mayo de ese mismo año, en la acción de Dos Píos, una bala le alacanzó y segó la vida del héroe cubano en plena madurez.
Jose Martí fue un romántico por su inspiración y rebeldía, un precursor del Modernismo por sus gustos e inquietudes y por las cualidades de su prosa, un orador de gran altura, el caudillo de un pueblo al que entregó su inteligencia, su voluntad y su vida.
SU OBRA
La personalidad poética de Martí se rebela con plenitud a partir de 1882, año en que escribe Versos Libres, y se reafirma en Ismaelillo y en Versos Sencillos (1891). El primero es el franco paso al frente, hacia la expresión poética sin encadenamiento al pasado, de profundo sentido de libertad en todo, en sus ideas y en su métrica, formada por "endecasílabos hirsutos" como él mismo los llamaba.
Ismaelillo, escrito en asonante, es un canto al hijo y para el hijo, y desprende un candor que impresiona. Son versos que rebosan ternura, sutileza, sinceridad; octosílabos mostrando una frescura genuina, evocando a veces las asonancias del Romancero.

En prosa destaca Amistad funesta, donde más se acerca al Modernismo. Sus discursos, sus ensayos, sus cronicas, sus impresiones de viaje, sus páginas críticas acusan una brillantez, un poder imaginativo, una técnica en la que se mezclan símbolos, imágenes, giros que se apartan por completo de la orilla romántica y penetran ya en otros ritmos y otra suerte de reacción emotiva, que colinda más con el estilo que ha de distinguir la prosa de Darío (Parnasianismo y Simbolismo) que con la línea que hasta entonces proporcionó fisonomía a la literatura del siglo XIX (Romanticismo y Realismo).

Poema "XI" La niña de Guatemala

Quiero, a la sombra de un ala,
contar este cuento en flor:
la niña de Guatemala,
la que se murió de amor.

Eran de lirios los ramos;
y las orlas de reseda
y de jazmín; la enterramos
en una caja de seda...

Ella dio al desmemoriado
una almohadilla de olor;
él volvió, volvió casado;
ella se murió de amor.

Iban cargándola en andas
obispos y embajadores;
detrás iba el pueblo en tandas,
todo cargado de flores...

Ella, por volverlo a ver,
salió a verlo al mirador;
él volvió con su mujer,
ella se murió de amor.

Como de bronce candente,
al beso de despedida,
era su frente —¡la frente
que más he amado en mi vida!...

Se entró de tarde en el río,
la sacó muerta el doctor;
dicen que murió de frío,
yo sé que murió de amor.

Allí, en la bóveda helada,
la pusieron en dos bancos:
besé su mano afilada,
besé sus zapatos blancos.

Callado, al oscurecer,
me llamó el enterrador;
nunca más he vuelto a ver
a la que murió de amor.
En este enlace pueden escuchar una versión musicalizada del poema IX de "Versos sencillos" de José Martí, conmunmente identificado con el título "La niña de Guatemala":